lucio_

Noche oscura de anhelo

De pecador de mancebías
y de sus labios lujuriosos
disfrutando ya de ya ociosos
ambos estarán en las vías.

¿Vías propias? Sí, han hecho sendas
en do caminar descalzados
y, por fuego, hábitos quitados.
Caluroso calor, ¡las prendas!

Puesta Luna arriba radiante,
se ilumina toda la milla.
Hay luz, ve a la chiquilla,
mas su piel no conoce, ¿amante?

Luna mengua, ergo fulgor huye
y, a su vez, el que fuella hojas
como las de Adán y Eva, ¿rojas?
No, sin bicha y como ellos fluye.

Gracia al que no la merecía
dada, y ahora en ciénaga sola
jabatos le mueven la cola.
«Odio el légamo», les decía.