Los ojos de Liz
La mujer que tenga los ojos de Liz,
boca primorosa, lengua celestial
y sus cicatrices de amor infeliz
puedo asegurarle que será inmortal.
Pasaron los días los años también
y ella permanece como debe ser
igual que el acento que hay en el Amén:
Un Angelus versus del atardecer.
Provoca su boca de rojo carmín
su tez sonrosada de mármol en flor
su aliento inefable como del jardín
en dónde florece la sed del amor.
Es de faraona lo que fue de diosa
todo lo imposible con lo que soñar,
fue la mas bonita y es la mas hermosa
y fue como el cielo y es como un altar.
La mujer que tenga los ojos de Liz,
boca primorosa, lengua celestial
y sus cicatrices de amor infeliz
puedo asegurarle que ya es inmortal.