Javier Julián Enríquez

Hibrys y Némesis: desmesura y castigo

Purpúrea luz que al ímpetu consiente
alzar su vuelo en ínclita osadía,
donde el mortal, cegado en su porfía,
corona anhela en su soberbia frente;

mas Némesis, con látigo inclemente,
derrumba el trono de la altanería;
y el que en su orgullo al astro desafía,
hoy gime roto en polvo penitente.

¡Oh vana gloria que en febril desvelo
trocaste el don sagrado en desconsuelo,
profanando la gracia concedida!

Bajo el rigor del justo desengaño,
contemplo en las cenizas del engaño
la verdad por el tiempo redimida.