Rabaa Alkhateb

Los nombres

Así aprendimos
a no conocer las cosas sino por sus nombres,
¿acaso no existe algo si no lo nombramos?
Escribo ahora
sobre un ser, como si no supiera su nombre,
ni siquiera sé cómo se llama lo que cubre su piel.
Escribo ahora
sobre un ser que viene cada mañana,
lo reconozco sólo por mis sentidos,
pequeño, revolotea y canta,
le gustan las cosas que llamamos árboles,
y de vez en cuando se posa
en lo que nombramos cuerda de tender ropa.
¿Quién sabe realmente
si “pájaro” es, de verdad, su nombre?