Era tímida, tierna y callada
pero su voz era como el canto de sirena
como el trino de blanca paloma
dulce, seductora y melodiosa,
yo la acompañaba en su tristeza
en su dolor yo lloraba con ella
en su alegría festejaba su sonrisa
ella era mi amiga, pero yo la amaba.
En sus momentos de angustia
yo abría el camino dela esperanza
en los acontecimientos de alegría
yo compartía su sonrisa y contento.
Un día se enamoró y yo escribía
las cartas de amor que ella enviaba
yo le dictaba sus versos de amor
yo sufría en el alma porque yo la amaba.
Un día el doncel que decía amarla
tomó las de Villadiego y desapareció
llantos derramaba suspiros por doquier
y yo a su lado día y noche la consolaba
Algún día encontró el amor esperado
y marchó a buscar la felicidad
yo quedé en el silencio y el olvido
ella era mi amiga, pero yo la amaba.
Lima, 22 de julio del 2025
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