S.A.D

Hogar

Fui criado en una casa donde debías gritar para ser escuchado.

Dónde llorar era para cobardes y la tristeza debía ocultarse.

El dolor físico no era nada comparado con el emocional.

Un corazón roto no es nada fácil de curar.

Aún así progresé y decidí cambiar las reglas.

Logré que me escuchen aunque mi voz sea ligera.

Enseñé mi razonamiento argumentando con inteligencia.

Les estoy mostrando lo equivocadas que estaban sus ideas.

Intento enseñarle a los más chicos a llorar.

explicarles que valor se requiere tristeza demostrar.

No quiero que vivan el mundo que habito, quiero algo más.

Darles algo que no sufra, algo que no provoque miedo a hablar.