Espero que al leer este poema
tengas pocos problemas,
que digas que estás bien,
pero no de labios para afuera.
Ojalá estés rodeado de los que te aman
y de quienes hacen tu vida plena.
Luego de ese corto saludo,
y en la garganta un nudo,
paso a decirte que te quiero,
y si alguna vez lo necesitas, te ayudo.
En el cuerpo de este escrito
te recuerdo lo bonito:
nuestra amistad, nuestra historia,
como álbum guardado en la memoria.
Porque aunque el tiempo pase y todo cambie,
hay personas que son faros —y vos sos uno de esos.
No importa si no hablamos a diario,
hay lazos que no entienden de horarios.
Estoy contigo, aunque no siempre lo diga,
como lo está el sol, incluso cuando las nubes lo cobijan.