Los años de la carcoma
fueron aquellos en que todo
lo que ocurrió están ya
bajo la amenaza del tiempo.
Lo bueno de ésta, de la carcoma,
es que hace que la ficción venga
a contar los hechos de esa
otra manera que antes no
supimos o no quisimos contarlos.
El tiempo que transcurre siempre intentará superarnos, y lo consigue. Sólo cuando éste, el tiempo, reconoce de su cansancio para proseguir o se ve superado es cuando decidimos actuar: antes la carcoma del tiempo hizo lo que pudo.