Se esconde la luna,
mientras incendia la calma,
sangrando el cielo nocturno,
con su nostalgia…
Ciega la estrella está convencida
de su razón, de su brillo… de su engaño,
se engaña la luz al viajar tantos años,
ya no estaré cuando llegue acá.
De la ficción de la noche me enamoro,
por sus cegadores destellos,
sus melancolías… sus verdades,
pero más me enamoro de la perfección del conticinio…
final abierto.