FÉTIDO
Con el corazón en las manos y derramando mi sangre,
llorando en ese ataúd en el que te he puesto y gritando al cielo,
te dedico mis grotescas plegarias, mi arte podrido,
mis letras y mi alma entera.
Con mis entrañas te quiero,
con mi vida te detesto,
clavando mis rodillas en el suelo,
TE RUEGO,
me ames con repulsión.
Evócame con náuseas,
pero no me dejes en tu indiferencia,
que yo he de arrastrarme de dolor,
odiarte sin razón pero entregando el corazón.
Aquí me postraré hasta fallecer de tortura,
anclándome a tus pies y a tu ser.
Mi cuerpo en descomposición hallarás,
mi sangre y de ella beberás,
el olor fétido te llamará,
y te arrepentirás.