Cielo mío,
ahora te miro inerte.
¿Cómo haré
para desprenderme
de ese recuerdo
que vive en mi mente?
De lo que fuiste
y no eres,
de lo que vivimos
y ya más nunca vuelve.
Fue cuando,
por primera vez,
estuve consciente
de lo que sentía.
Realmente
me sentía viva.
Ahora
navego en un mar de olvido.
Espero, algún día,
recuperarme
para volver a vivir,
aunque ya no
contigo.