Solo espero que mi ser sea envuelto por las palabras correctas.
Que mis sentimientos sean representados por ellas, en cada coma, punto y respiro,
con ello no exista arrepentimiento.
Liberándome de un amor que no necesito,
dejo en el añoro, en el rincón,
olvidado como mis zapatos viejos
en esa caja de recuerdos, que no te prometo que abriré.
Tú, mi infancia y adolescencia que sufro en mi adultez.
Es en esta y mil realidades que encuentro una conciliación.
En ti busqué una salvación, pero busco una liberación;
es lo que esta triste alma anhela,
bohemia implorando poesía.
¿Dónde esperan esas palabras que nunca te diré?
¿Dónde quedará esa niñez que has olvidado?
Ahora te dejo y me olvidas, ¿qué más da?