Mi carencia es mayor,
cuando alejas esa dulce boca.
La inocencia propia
aún guarda nuestra imagen rota
De cuando decías que a este amor
no le faltaba nada.
Llorando, tuve que aceptarlo,
solo tú eras mi amada.
Mi carencia es menor,
cuando traes tu sazón al paladar.
La experiencia de tenerte tan cerca,
no la he de olvidar.
Aquí postrado,
me reclama la culpa,
por haberlo dejado atrás.
Has olvidado,
que ayer al despedirnos,
prometiste no odiar.