Amor Incondicional
Tu presencia es un regalo que no merezco,
cada gesto, cada risa, cada silencio sincero.
En tus momentos de furia o de dulce calma,
mi alma reconoce su eterno puerto.
No anhelo transformarte, ni mover un solo instante,
eres el paisaje perfecto que jamás imaginé,
como si el destino, con mano generosa,
hubiera trazado tus rasgos pensando en mi paz.
Tus cualidades brillan como astros en la noche,
y tus errores son sombras que dan sentido a la luz.
No busco perfección en tus sueños alocados,
solo acompañarte mientras los haces vivir.
Eres mi sendero hacia días serenos,
la promesa que guardo bajo la almohada.
Con tus encantos frescos y tus torpezas humanas,
construyes el hogar donde mi ser descansa.
Me enamoré de tu esencia sin disfraces ni redes,
tal cual llegaste, sin aviso, a mi existir.
No pido normas ni ajustes a tu manera,
porque tu natural forma es mi único respirar.
Te amaba ya antes de cruzar miradas,
en cada fantasía que el tiempo me regaló;
ahora que te tengo, no cambio un solo detalle,
pues eres el milagro que mi corazón soñó.
Tu mirada opaca constelaciones lejanas,
tu pelo ondea libre sin esfuerzo ni vanidad.
Eres bella sin intentos, clara como mañana,
y cada día susurro esta verdad.
Aunque dudes cuando el elogio te alcanza,
aunque no entiendas la magia que irradias sin fin,
cuando preguntas si vales, mi respuesta es entera:
\"Cuando contemplo tu rostro, no muevo ni un latido,
porque eres maravillosa… te amo tal como eres.\"
Si sonríes, la Tierra olvida su camino,
y el universo observa, mudo de admiración.
No cambies por modas, ni por mi cariño,
tu autenticidad es mi única dirección.
No me defraudas; nunca podrías hacerlo,
en la tormenta o en calma, a tu lado estaré.
Acepto tus alegrías, tus penas, tus anhelos,
todo en ti merece un \"sí\" eterno y fiel.
No transformes tu estilo, no alteres tu tono,
mi devoción callada jamás se marchitará.
Prefiero charlas simples, sin vueltas ingeniosas,
solo tu voz honesta que alivia mi ansiedad.
Sé siempre quien eres, la alma que conocí,
aunque te cueste creer lo que en ti veo nacer:
mi amor es para siempre, un juramento puro,
no podría adorarte más… te amo tal como eres.
—Luís Barreda/LAB