Búscame entre las cosas de un baúl,
entre las ramas que dejan ver el cielo,
en el sonido de la noche.
Búscame en el tic-tac,
en los días de fiesta,
sobre las calles empedradas,
bajo la sombra del palo de agua,
en el calor de tu cuerpo,
en el café del domingo,
en las tardes que contemplas el cielo,
cuando te quedas dormida,
a la hora de mojar tus pies en el río,
cuando te miras al espejo,
cuando el agua recorre tu piel…
ahí, en tu quietud de luna sobre el mar.
Búscame, amor mío,
y sostenme en tu pensamiento.