Fulgor
Me gusta el claro fulgor de tu mirada,
angelada centella rompiendo el celaje,
alumbrando cualquier oscuro paraje
como relámpago rugiendo en la nada.
Hay en ese mirar un sonido que estalla,
es un profundo alarido en que hiberno,
es un grito estridente en mi alma vasalla,
un aullido que es canto licántropo eterno.
A veces cielos gemelos de lúgubre ocaso
son tus ojos de fauna salvaje y de flora,
otras veces encienden la piel de la aurora,
y sin demora se vuelven sereno parnaso.
Son tus ojos dos cuerpos de estirpe celeste
que a mi mente y a mí nos tienen de siervos,
puede ser que al no verlos la vida me cueste,
no te acerques a labios que visten de cuervos.