En la clara madrugada
De un dieciocho de agosto
De hace ochenta y nueve años,
Un estruendo pavoroso
Rompió el sereno silencio.
Cuatro disparos sonaron,
Y cuatro balas asesinas
Cuatro vidas segaron.
A la mesa de la cultura
Las cuatro patas troncharon,
Dos del mundo taurino,
Otra de la enseñanza libre,
Y la cuarta, la más universal.
¡La que hacía de padre y madre!
La que paría con su pluma
Las más bellas letras
En forma de poesía.
Y otros géneros literarios
Que en el mundo entero
Se admiraban y conocían.
Las balas asesinas
Que aquellas vidas segaron,
No lograron alcanzar
El maldito objetivo
Que pretendían lograr.
Callar la voz del padre de la poesía
Que en los rincones del mudo
No para de resonar.
Porque el duende de la Alhambra
Junto a la luna de Viznar
Tu nombre por el universo
Pregonando van
¡Federico, Federico, Federico!
Tu obra ya es inmortal
Porque la voz de tu sangre
¡Nunca! ¡Nunca!
Nadie la podrá callar.
Autor: Pere H.
Fecha: Julio 2025