Quiero Ser Parte de Tu Vida
Anhelaría ser rayo de luz en tu aurora,
una chispa gentil que tu día colora.
Un instante fugaz, como brisa ligera,
que acaricia tu frente cuando primavera.
Quisiera ser susurro en tu silencio amado,
eco leve de versos que hubieras soñado.
Una sombra discreta en tu senda querida,
compañera callada a lo largo de la vida.
Me gustaría ser aire que tu aliento acoge,
la nota en la canción que tu pecho esconde.
El aroma sutil de flor en la ventana,
que alegra tu momento sin hacer ruido, sin gana.
No aspiro a ser tormenta, ni fuego abrasador,
solo un tibio refugio, un constante amor.
No ocupar cada hora, ni tu espacio completo,
saber que estoy contigo en tu rincón secreto.
Sería un sueño leve, antes del nuevo día,
la imagen que perdura cuando la luz se iría.
Un roce delicado, como seda al pasar,
algo que recordaras sin necesidad de hablar.
No pido ser el centro, ni tu único norte,
solo un sitio pequeño, cálido y conforte.
Vivir dentro de ti, como un tesoro oculto,
como el mar en la concha, como el cielo en el vuelo.
Ser la paz que te envuelve al cerrar los párpados,
el recuerdo que brilla en tus ojos cansados.
Una presencia amable, suave y permanente,
algo tuyo, muy dentro, algo que no se ausente.
Como el viento que trae perfumes del jardín,
como el río que sigue su camino sin fin.
Así quisiera habitar, callado y sin medida,
en el alma que guardas, en tu hermosa vida.
—Luís Barreda/LAB