Oscar Contreras.

MISĀ  AGUILAS BLANCAS.

MIS ÁGUILAS BLANCAS.

 

Volcados en el abismo de esa sonrisa pétrea

De labios partidos por el frío,

 Volábamos en aquel gélido verde gris y aromático paisaje

Entre eucaliptos y frailejones.

Níveos los ojos, la nariz y las manos 

Abrigados por mi pecho,

Por el aliento y el estremecedor abrazo. 

 

Incandescente sería la llamarada de la despedida; 

Y aquel develado adiós de las cálidas palabras,

Corría incesante,

Tras la inalcanzable sombra

De las cinco águilas blancas...