No creo en los hechos nuevos
estoy al mando de mi destino
para que el tiempo,
telón de fondo de mi existencia,
tenga la suficiente claridad
para dejar un par de versos
que creen vida.
Se que
la porfiada realidad
me tira hacia afuera,
dejándome libre de las insinuaciones
y no vendiéndome al mejor postor,
porque talvez
no es suficiente
abrir el corazón.