Arvela1957

En el callado otoño de su ausencia.

Amor, tu nombre flota en mi silencio,
como el perfume leve de una flor marchita;
y aunque tus labios callen, aún te escucho,
en el susurro triste que mi alma exhala.

 

No respondes, lo sé… y no te culpo:
el viento no vuelve jamás por donde vino,
más yo, cual roca fiel en su destino,
te esperaré siempre bajo el sol o la luna,
no sé cuándo, lo que ocurra primero.

 

Te amo… ¿qué es el amor sino esperanza,
cuando el alma se da sin recompensa?
Un fuego que persiste en la distancia,
una herida que el tiempo no dispensa.

 

No hay reproche en mi voz, ni sombra altiva,
pues si el amor es puro, se arrodilla;
y aunque tu ausencia en mi pecho anida,
mi fe, como un rosal, aún te prodiga.

 

Vendrás… o tal vez no. No importa el cuándo,
ni el si tus ojos tornarán a mi mirada;
yo seguiré, callado, suspirando,
bajo el cielo que aún guarda tu alborada.