Limpie mi cara aferrándome a la niñez que me quedaba
Mientras se arrastraba el tinto por las mejillas enrojecidas de vergüenza
Las luces se difuminaban entre vestidos apropiados que me hacían sentir incomoda
Camino entre la gente desesperada por estar llegando tarde a ningún lado
Me apura el instinto de llegar a casa y volver un rato al pasado en sueños
El traje de adulta me queda demasiado grande