Carolina Ugas Pazos

Enferma de adultez

Muero enferma 

de adultez y desarraigo.

 

Mi aguda espina

mi aguijón, 

perfora cada músculo

en la conciencia dormida

del soñante que ya no tiene más luz.

 

Una misión

un propósito

un designio

sin conocer

y resistido

de la cabeza a la vanguardia.

 

Siempre he permanecido

entre las sombras anónimas

tratando de no moverme

creyéndome a salvo, muy segura.

 

Así (pensaba yo)

nadie podrá dañarme

aunque mucho lo intente.

 

Somos una voz en el altiplano

que se pierde hundida

en los surcos de Nazca.

 

Nací antes que Caral

y todos los otros originarios.

Me coronaron para no llevar corona,

ni cetro ni poder alguno,

fui marcada con el fuego eterno

de la llama eterna

del dolor eterno.

 

No soy una persona,

dejé de serlo hace mucho.

Soy un síndrome,

una muesca sobre el árbol torcido,

una anfractuosidad en la hoja de col

y el tierno capullo

se rompió sin llegar a ser

mariposa ni siquiera oruga.

Y en su vana forma

intermedia entre media vida

y media muerte,

finjo que soy feliz

y que puedo sonreír sin sonrojos.

 

OLLIN

27/08/2012