Salva Carrion

¡Ole!, sardina querida

 

 

¡Ole!, sardina querida,

después de que tanto necio

te sometió a su desprecio,

ganas sabor de por vida.

 

Toda mesa está servida

contigo por mayoría;

y caliente, tibia o fría,

eres la mejor comida.

 

Con tu marino regusto

del orgullo nacional,

con sazón de buena sal,

te has adueñado con gusto.

 

Pescado sin ingredientes

agregados, por agallas,

y con esa humildad callas

que tú eres rica en nutrientes.

 

En el puerto de Bilbao

te veneran cuan sana eres

y con muy gratos placeres

te casan con bacalao.

 

El almuerzo es apetente

cuando quedas asadita;

en el plato eres bonita

y entre los marfiles dientes.

 

Con cerveza fría o vino,

para cada mes del año,

desde el mayor al pequeño,

eres un bocado fino.

 

¡Ole!, sardina de Santurce,

todavía no te vayas

ni te alejes de las rías,

pues solo tú me seduces.