Ese sensible abrazo de la soledad…
que a pesar de su semblante gris…
me acompaña con lealtad,
se manifiesta generoso de solidaridad,
y se queda a tejer esperanzas que tal vez nunca sucederán,
porque es poco probable…
que el mal tiempo…
repentinamente vaya a cambiar.
Cuando todos se han ido…
y te quedas lidiando con un silencio profundo,
en donde solo se escucha la frecuencia de la impotencia…
y el eco estridente de la frustración,
una lágrima ingenua arremete indiscretamente…
procurando no dejar pasar este instante como uno más,
quizá pretendiendo que despierte la sensibilidad en el corazón.
para sentir que aún está vivo,
como un último recurso…
de ese amor que ya se dejó vencer.
La tristeza ha desistido de su afán de herir…
y se ha convertido en aliada de la nostalgia,
en una extraña fraternidad,
seguramente para poder prolongar su continuidad.
Pero qué sentido tiene insistir…
si lo menos doloroso sería desistir…
y cortarle las venas a la melancolía,
para que ya no siga sosteniendo esa falsedad…
que solo alarga su efímera eventualidad.
No debería seguir así,
pero una fuerza invisible me impulsa a escribir,
a construirte con poemas un paraíso de delirios,
para llevarte conmigo hasta la eternidad…
cuando me toque partir de este inexorable lugar.
Repetiré el libreto una y otra vez…incansablemente,
una y otra vez hasta lograr liberarme de tu olvido,
al que me niego a pertenecer.
Son 35 versos más…
que seguirán sumando mi legado a este sentimiento,
con el que algún día, alguien como yo… se identificará.
https://www.youtube.com/watch?v=RvG9Bfo_AFA&list=RDjqaT4WAbwzI&index=35