Una noche más,
llegaste a mis sueños,
tu casa en ruinas,
tu jardín creciendo.
Algunas veces estás contenta,
otras no tanto,
eres quien siempre está aguardando,
en un limbo inesperado.
De ti siempre mana una fuerza
interminable, como la que te mantuvo viva,
como quien deja todo,
y se va sin temor a la deriva.