Sinceridad
Si tengo que ser sincero
diré lo que siempre callo:
que en el mundo no me hallo
por ningún feliz sendero.
Que este instinto carnicero
para mi sien pide balas,
dice: te daré unas alas
para que escapes al cielo
y abandones con tu vuelo
la fría existencia que exhalas.
Si he de hablar con la crudeza
de esta fe que se desploma:
mis caminos van a Roma,
pero Roma es la tristeza.
Con esa insana certeza
me despierto en cada aurora
y con nostalgia sonora
se abre una profunda herida
que me hace desear la vida
donde la vida no mora.