Alberto Escobar

Impulso

 

 

Un algibe,
como un algibe
que se define mecá
nico, achicando agua
u ofreciéndola según la
conyuntura, como un co
razón sin carne, un marca
pasos que con la frialdad de
un programa matemático per
mitiera a todo un organismo vivo
ser lo que es: dador de vida. 
Un algibe que impulsa, que devie
ne motor primero —recordando
a Aristóteles— de cualquiera la co
sa que haga, y si no la hago así,
bajo el antuvión de ese algibe, no
me apetece, no es mi motivo, lo
mío —esa agua fresca, que sale trans
parente de un manantial, solo esa—.
El cerebro, y la mente como su fun
ción estrella, es simply un timonel,
un parteaguas, un guardaagujas si
paraleleo con lo ferroviario, un orga
nizador de algo que le viene dado y
cuya labor, necesaria, no sería si no
le llegara un arroyo fiero, furibundo, im
petuoso, como el que me llega de un la
do o del otro y que da dirección a todo. 
Soy hijo de mi impulso, militante, cons
ciente de que es esa fuerza y no otra
la que me sustancia —y dejarme sentir...