Luis Barreda Morán

Bajo La Lluvia

Bajo la Lluvia

El sendero serpentea entre campos verdes,  
mientras la brisa acaricia suaves suspiros.  
Mi amor y yo caminamos sin prisa,  
el cielo se oscurece con grises destellos,  
y pronto las gotas caen como cristales,  
mojando nuestras ropas, dibujando sonrisas.  

No hay refugio, ni telas que nos cubran,  
solo el frío que juega con nuestra piel,  
pero su mano estrecha la mía con fuerza,  
y el calor que brota aleja el invierno.  
Una risa dulce se mezcla con el agua,  
música de alegría que el viento repite.  

Corremos hacia un roble de ramas anchas,  
bajo su sombra respiramos tranquilos.  
Ella me mira, sus ojos brillan,  
y en un instante, sus labios encuentran los míos.  
La lluvia canta sobre las hojas,  
mientras el mundo parece detenerse.  

No hay tormenta que apague este fuego,  
ni nube que esconda tanta luz.  
Cada gota es un latido compartido,  
cada trueno, un eco de nuestro amor.  
El camino sigue, mojado y fresco,  
pero nada borra este instante eterno.  

A lo lejos, el arcoíris se asoma,  
pintando el horizonte de colores.  
Seguimos andando, sin miedo al barro,  
con el alma ligera y el corazón caliente.  
La lluvia no es más que un dulce recuerdo,  
y en sus ojos guardo todo mi cielo.

—Luis Barreda/LAB