Fue apenas una pasión remota
que en una telaraña invisible me envuelve,
en un espacio del tiempo
donde las horas incontables se suceden.
Una crueldad donde veo a mi sombra
en un cuerpo tan lleno de fiebre,
donde asoman las garras del silencio
que sin llamarlo siempre aparece.
Un recuerdo frágil que me provoca
para seducir al alma como siempre,
con mi destino que me mantiene lejos
en un mundo donde todo alrededor de mí se muere...
Aún siento el beso adictivo de su boca
que dentro mío a mi corazón sostiene,
tratando de volver a dormir a mis sueños
porque sin ellos todo esto más me duele.
No hay páginas en esta historia
solo un recuerdo que tortura a mi mente,
haciendo de mí solo un ser incierto
mendigando una piedad que no aparece.
Una gran herida que marca a mi derrota
donde todo mi pasado se remueve,
donde me embriaga el regreso
en un tiempo que pasa y que ya no vuelve...