Dime que es lo vez desde las alturas,
insomnios sempiternos,
auroras sin desvelos,
mares de sollozos,
dolor sin apaciguar.
¿Acaso vez mi alma deshojada desde tú partida?,
una niña sufrió la debacle más horrorosa de la humanidad,
y debió afrontar la tempestad sola entre la multitud.
Te soñé tantas lunas,
esperando poder verte otra vez mamá,
más la eternidad es infinita,
y sólo dejaba lágrimas en mis ojos de ayer.
Seis años viví contigo,
seis años y nada más,
y aun no me explico
¿por qué no te puedo recordar más?.
Una palabra,
un cariño,
una anécdota,
algún juego inocente de niños tal vez.
Sé que tú recuerdo divaga libre,
entre la neblina de mi mente.
Pero me han dicho las estrellas,
que escribías tan hermoso...,
y que en cada cosa que hago,
se refleja tú ser..., vives en mi.
Te amo para siempre mamá.