En esta puesta de sol
que me nace aquí dentro,
he visto nacer al amor.
y se irá ese astro de luz más
vendrá la noche con su luna errante.
Yo, que atravieso el abismo sin atajos...
Yo, que doy lo que tengo,
no espero amparos
ni amarro a los abrazos.
Podrán, volver las golondrinas
y sus gorjeos resonarán,
pero los balcones están solitarios,
hábitat que jamás ya será.
!Ay¡ !luciérnaga de presagios¡
porqué te detienes en mi camino,
si mi camino es arduo.
No anuncies destellos,
no enciendas llamas;
no puede haber sombras ni rescoldos,
donde ya no hay nada...