Carlos Baldelomar

ES SOLO LA LUNA

Ahí está, -colgada-

desde el balcón de su soledad

mirándome con su ojo claro 

y sus pestañas abiertas.

Acechandome, cazando mis pasos

y hurgando en mis pensamientos revueltos 

como en un viejo baúl.

 

Ya lo he dicho;

ella es solo una piedra enorme

redonda, si querés,

suspendida y atada 

allá en el solitario vacío

donde nadie camina,

y ni el viento acompaña.

 

Y ella sabe, estoy seguro

que no estamos aquí,

para juzgarnos,

pues cae también a esta tierra.

Que no la quiere 

pero tampoco abandona,

a tantas vueltas, y a tanto tiempo

que se parece al olvido.

 

Me recuerda tanto a vos;

especialmente a tus brazos 

cuando nunca se abren.