—¿Es preciso que le crea,
porque cree en lo que dice?
—¿Y si acaso se desdice…?
—¡Será más por lo que vea!
Puede ser alguna idea
la que el buen camino labra
y que muchas puertas abra.
Pero vale más la acción
y la clara convicción
que haga honor a la palabra...
Nunca basta el buen decir
ni tampoco el bien hablar
si al decir nada ha de dar
y tampoco ha de cumplir.
Hay quien vive de mentir,
si engañando va a la masa.
No es invento, si eso pasa,
quizá por el mundo entero
donde exista un embustero
que en retóricas se basa…
El incauto siempre cree
en discursos del farsante
si se muestra diletante
que en el buen decir provee.
«No es igual con el que lee
y se instruye cada día.
Valga la sabiduría
que es antídoto al engaño
y quien sabe, no es extraño,
que no rinda pleitesía...»