Veo como el tiempo pasa
se nos envejece el cuerpo,
y lo que un tiempo fue esbelto
con el tiempo se desgasta;
también envejece el alma,
se endurece el sentimiento,
y todo se vuelve incierto
sobre lo que Él nos depara;
ese es nuestro camino,
espiral que no termina
un perplejo corazón;
en el sendero perdidos,
en busca de nueva vida
y en espera del amor...