el brujo de letziaga

Esperando el alba.


Hoy es una noche de brisa larga,
y lo que es, se cuenta,
mediante una copa con la mano sujetada,
que de pronto está y no está...

 

Por mi boca ha entrado su solera,
para felicidad y gloria,
encendiendo su llama en mi mirada,
sin deseo de regresar a casa...

 

En esta coyuntura,
observo a una mujer bien amada
que me da vida,
quisiera mentir pero no es mentira...

 

Mientras espero el alba,
con todas sus trompetas se me anuncia,
la camarera con otra copa,
y en su corazón me hundo más y más...