Jorge Aguilera

DISCUSIÓN CON MI VEJEZ

Discusión con mi vejez

Por Jorge Aguilera

 

Con una mano vigorosa empuñada y un palo duro en la otra, intenté bloquear el camino a la vejez y golpear las canas con mi bastón.

 

Pero las mendigas canas sabías, sabían más y se me escaparon de las manos tomando un atajo. \"Qué carajo\".

 

Mientras corrían, me mentaban de madre y decían que regresarían con más de ellas, que saldrían en la noche como las estrellas.

 

Por unos minutos pensé y soñé como era mi juventud sin ellas y mi pelo café tendido al viento. Cómo era sentirme vivo, cómo el amor me movía en ese tiempo, \'el sentimiento\'.

 

Hoy escucho el crujiente sonido de mis huesos al levantarme de la cama.- Antes la voz de mi madre diciendo: sana, sana colita de rana, mientras sobaba mis rodillas cuando me caía, cuando se reía y decía que me quería.

 

Creo que el tiempo es inevitable y me ha golpeado al igual que yo pienso hacer con ellas. Quizás, es tiempo de que haga las pases con la vejez y pedirle que me deje mínimo un diente bueno para morder una nuez.

 

Pues ya entendí que las canas son parte de mi gloria, que el amor en mí nunca morirá y siempre brillará como estrella mientras concluya mi historia.

 

Libro de poemas de amor y vida,

Capítulo 110