Ermitaño Soñador

QUE ILUSO YO

Que iluso yo, en mis sueños navego,  
con pluma en mano, al mundo me entrego.  
A pesar de tormentas y sombras que acechan,  
aún juego a ser poeta, los susurros me estrechan.  

Seduzco a la vida con versos brillantes,  
entrelazando mis palabras, tejidos vibrantes.  
Cada rima es un canto, un abrazo en el aire,  
una danza infinita, al amor yo le aclare.  

Me resisto a la muerte, su sombra no asusta,  
que, en cada latido, mi esencia no se ajusta.  
Como el sol en el alba, renazco en el día,  
con esperanzas nuevas, abrazo la alegría.  

Aun creo en el amor, sin importar el dolor,  
en las lágrimas marchitas, florece un clamor.  
Que iluso yo, persistente en el juego,  
ser poeta es vivir, y a la vida, yo me apego.  

Con cada estrofa, reaprendo la vida,  
mi voz es un faro, mi alma es la herida.  
Y a través de las letras, hallaré el valor,  
pues ser iluso en mi canto, es ser libre en el amor.

 

EL ERMITAÑO SOÑADOR