No importa cuánto ames a un hombre.
Tu amor no le va a ganar a sus traumas.
A los años de silencio,
al abandono emocional,
al padre que solo existió en teoría.
No va a ganarle a la idea equivocada de amor con la que lo criaron,
ni a su necesidad constante de probar que puede solo.
No importa cuánto te entregues.
Tu amor no va a romper muros que él aún no quiere ver.
No sos psicóloga de tu pareja.