Jinete de enjutas carnes
cabalga sobre las letras,
sobre mugroso jamelgo
que ya perdió hasta las muelas.
Cabalga el noble señor
con la verdad como estela
y eso a los malandrines
no les cabe en la cabeza
y arremeten contra él
en cuanto se da la vuelta.
Con sus manos va escribiendo
latidos del corazón
y si logran la emoción
de aquel que los va leyendo,
créame mi buen amigo,
que han cumplido su misión.
De no saber escribir,
no debe usted el juzgarse
y puede poëta llamarse
pudiendo bien presumir.
Lo importante es transmitir
con sus letras sentimiento,
endulzándole el momento
a todo lector que sienta
las historias que usted cuenta
como una brizna de aliento.
Llenen sus letras las almas
siga fiel a sus ideas
y que aprendan los bellacos
que su pluma nunca cesa
en defender los entuertos
por caminos de hojas secas.
Que se joda quien se joda
suena un poco extravagante
alguno habrá que se espante
con este hablar que incomoda.
Mas no haga caso rapsoda
y siga usted con lo suyo
aunque venga algún capullo
a decir que son perversos
esos sus hermosos versos
y quiera buscar barullo.
de
Mercedes Bou Ibáñez