Salvador Santoyo Sánchez

DIAMANTE

La palabra, debe ser,

Como brillante diamante,

reluciente, no humillante,

luz que ilumina el querer

 

Todo ser enamorado,

tiene amor como huracán,

con ímpetu de volcán

siempre tan ilusionado

 

todo tornado tiene agua,

la tromba es un buen llamado,

para el pozo su llenado,

que navegue la piragua.

 

Será siempre la palabra,

debil voz, o fuerte estruendo

alguien estará mintiendo,

la verdad, siempre se labra

 

para que el amor perdure,

la palabra es importante,

y seguir siendo un diamante,

que brillante; siempre dure.

 

 

Salvador Santoyo Sánchez

30/05/2025

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