Mamá, por favor ten paciencia,
es mi primera vez que estoy aquí,
tú mundo tiene inciertas creencias,
donde todo es nuevo para mí.
Cada vista, un lienzo suspendido,
cada sonido, un eco sin fin,
las luces brillan, el aire es tibio,
un mar de sentimientos, un sinfín.
Tus brazos son puerto en esta tormenta,
donde las olas elevan mi voz,
se desbordan las risas, crueles y lentas,
las lágrimas fluyen, el clamor del adiós.
Mamá, sé que el caos es grande,
que en tu pecho un volcán va a estallar,
con cada suspiro que arde y se expande,
te pido con calma, no me dejes de amar.
En este viaje de luces y sombras,
en este espejismo de amor y temor,
te imploro paciencia a mis ocurrencias,
tú serás mi esencia, mi eterno motor.
Aunque a veces me pierda en la bruma,
y el miedo asome, o me quiera abrazar,
recuerda, querida, que en mi corazón sumas
tu sabiduría, tu fuerza, tu forma de amar.
Mamá, por favor ten paciencia,
déjame crecer como brote de abril,
cada emoción que a ti te ofenda,
es una nueva rutina que yo quiero vivir.
ERMITAÑO SOÑADOR