Hoy me he vuelto a enamorar de tus palabras.
Creo en mi mente tu rostro, moldeando a mi antojo los matices de tu cara ,el color de tu cabello, la forma de tu sonrisa.
Imagino la expresión que acompañan las reflexiones y me reconforta pensar que tus ojos dan vida a los comentarios.
Hoy me he vuelto a enamorar entre parada y parada, ajeno al sonido que me rodea, al pasajero anónimo de enfrente.
Mañana volveré a buscarte en el dial de la esperanza.