Plegarias
Espero que nunca entres en este mundo
habitado por sombras de niebla espesa,
que nunca sepas lo que el suplicio pesa
y no arrastres un corazón moribundo.
Que no te muerdan el alma los dolores,
que jamás te hundas donde yo me hundo,
que nunca sientas que estás en lo profundo
de una tumba en la que nunca ponen flores.
Que no llores sobre muertas esperanzas
esperando el gran final de la tortura,
sabiendo que el beso cruel de la locura
se irá contigo entre cirios y alabanzas.
Que no entres en este mundo de calvario
levantado sobre miserables ruinas,
en el que tienen espinas las espinas
y mis plegarias erigen su santuario.