Allá en las tierras tolenadas
Tras la alcazaba de yeso y cal
Reflejada en el río Tajo
La vi a Zaida Fantasear
Desvivida en su pasado
Saboreando el ayer virginal
Sin Alfonso, ni vasallos
Con la mirada de cristal
Recordaba verdes jardines
Los tapices carmesí
La majada y los pastores
Y las flores de alhelí
Y ese espectro penetró
Miró mi alma y sonrió
Me contagió esas vivezas
Que a nadie compartió
Y cuando cerca me hallé
Despuntó el amanecer
Y cual brisa que llegó
La vi desvanecer.