Aunque mis pasos crujan
como huesos rotos de extenuación
la gente no me presta he de decirlo:
ninguna mendiga atención.
Porque soy uno de tantos que vaga por el mundo
Expiando culpas ajenas,
llorando tanto quebranto.
Este enfermo mundo que se me viene a pedazos.
Me niega el derecho a ser:
solo un simple ser humano