KETZAL

SED

Añoro la parte de la vida en la que fui ausente

Puede la rigidez clarificar mis ojos

Puede el descanso reconfortarme con olvido

Acaso es necesidad este deseo de sentidos

 

Quién soy si río y luego lloro

Si contradigo mis propias plegarias

Me encuentro a mí mismo en cada paso

Y silencio mi mente si empiezo a decirme que me amo

 

Busco y rebusco llenar el vacío

No aprenderé jamás a convivir con él

Todo el ambiente toma la destilación de mis pensamientos

Quizás cuando llegue la hora será oportuna

 

Mido la extrañez del día

Se vuelve imposible saber que aún se puede más

Sonrío sin mortificarme

Por el miedo a que el mundo pase mientras veo a otro lugar

 

Nunca pude entender la voluntad que me limita

Y percibo que se avecinan influjos

Que podré ser feliz

Y verme obligado a renunciar a la representación de mis esfuerzos