RENNY LOYO

El hombre en la tumba

Pasaba por enfrente de la casa

una brisa soplaba en dirección opuesta

desde lejos el  frio la perseguía

y el mover las ramas, era señal de no dejarse. 

 

No le importaba que lo siguieran

total era su propio dueño,

a nadie debia importarle

quien construye los sueños. 

 

Una borrasca limpiaba el arbol

que al pie de su tronco adornaban

las hojas caidas y un silbido de lamento

emanaba de esta oleada fria. 

 

Para que mirar a los lados

si ya no impotaba nada,

perdidad estaba la mirada

sin saber lo que buscaba.

 

Habian marcas y heridas

que su talle adornaba

no eran  marcas de artistas,

eran de novios y amadas. 

 

La sensación del poeta percibe

que es la borrasca de la tarde,

hora del wisky barato que entona

sino hay recarga no toma. 

 

Los limpios bolsillos amenazan

al hombre que se lo merece

luego de diletante jornada

bebe que al cuerpo estremece.

 

Esa es la casa que busca,

ese es el arbol que lo hubica

ella deberia estar esperando

al viejo amor que suspira.

 

Aunque se siente sin peso,

le inquieta un cosquilleo,

hay inseguridad si se levanta

de este mausoleo.