CONTADO
Es más cómodo ir hacia el infierno.
Claro.
Sólo soltar las manos y dejarse caer
estrepitosamente
en el dolor infinito.
Para llegar al cielo hay que hacer un gran esfuerzo.
No todos lo consiguen pues confuso es el camino.
Los espíritus vagan
por el valle de las sombras
buscando una salida,
un atajo;
una huida a tiempo
del laberinto:
la iluminación.-