Andaba perdido en los arrabales
en las sombras de mi soledad
cuando de pronto llegaste tú
como lucero de un loco amanecer.
Llegaste como noche de una sola estrella
como sombras de Luna perdida
y ésa noche oscura y fría
por primera vez fuiste mía
Fue ésa noche que llegó sola
que llegué a amarte con locura
sin saber que ya no volverías
sin entender que por ti moría.
Quizás hubo nevada o densa lluvia
cuando extraviado en tus brazos
sin saber ni tu nombre te amé
fue ésa noche negra, intonsa y ebria
Sólo sé que ésa noche aprendí
que jamás te olvidaría
aunque quizás finjas no conocerme
aun así te seguiré amando.
Ahora vago como rama seca
empujada por el irascible viento
pero llevo grabada en el alma
tus besos hambrientos de amor.
Lima, 11 de julio del 2025
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